Su pelaje de color rojizo le da nombre a su especie y varía en función de la estación del año. En invierno, se cubre de un largo y abundante pelo que perderá previamente a los meses de calor. Su característica y voluminosa cola le ofrece equilibrio en sus acrobacias sobre las ramas de los árboles. Su alimentación básica son los frutos secos y las semillas, pero también complementan su dieta con huevos o setas. Presenta gran maestría en sus manos para conseguir los piñones, además de contar con un sentido de la vista muy bien desarrollado.
Su hábitat debe estar próximo a arroyos y en bosques de cualquier tipo. Las ardillas no hibernan, pero sí que reducen su actividad tanto en épocas de frío como de calor, refugiándose en sus nidos. Desarrollan su vida preferentemente en las horas crepusculares. Las hembras suelen tener de 2 a 4 crías dos veces al año y curiosamente, construyen más de un nido, uno para las crías y otros para refugiarse o almacenar alimentos que puedan necesitar en tiempos de escasez
Su hábitat debe estar próximo a arroyos y en bosques de cualquier tipo. Las ardillas no hibernan, pero sí que reducen su actividad tanto en épocas de frío como de calor, refugiándose en sus nidos. Desarrollan su vida preferentemente en las horas crepusculares. Las hembras suelen tener de 2 a 4 crías dos veces al año y curiosamente, construyen más de un nido, uno para las crías y otros para refugiarse o almacenar alimentos que puedan necesitar en tiempos de escasez
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